Trofeo Caza y Conservación
NOVIEMBRE ‘CACERO’
Ya estamos metidos los cazadores en faena en estos días excesivamente cortos de otoño de chimenea, manta y arrumacos, de excursiones campestres en busca de setas y castañas, y de caza, mucha caza, en una temporada que –eso comentan por los mentideros–, se está presentando buena, sobre todo, para monterías y recechos, con unos más que abundantes jabalíes por doquier y cérvidos lustrosos. La menor, ya veremos… A falta de datos fiables, la risa sigue yendo por barrios… Tras un mes de temporada el conejo sigue su dual pauta a la que nos tiene acostumbrados desde hace unos años: arrasando en unas zonas y desaparecido en las linderas; la perdiz, ahí anda, recuperándose, pero más bien flojilla; y la liebre, con sus más y sus menos, a vueltas con los furtivos y demás predadores… El otoño ha de ser húmedo y templado, las aceitunas engordan, la simiente agarra y germina, la hierba crece y los rastrojos, que serán barbecho, se esponjan. Ya se han ido las migratorias africanas, todo vuelve a «respirar» y los viejos miran a las bellotas, ya casi «tostadas» y algunos pueden aventurar dónde, el año próximo, va a haber buena berrea. Tras una berrea pasada y bélica los machos han de reforzar ahora sus reservas para el invierno y conseguir las suficientes para acometer el próximo desmogue. No, no nos hemos vuelto majaras, un mal otoño trae un mal invierno y esto conlleva una pobre capacidad de recuperación de las cuernas. Las ciervas han de restablecerse del ajetreo amoroso y de la lactancia de las rastras nacidas en primavera, porque de los gabatos tardíos, nacidos en agosto, no se recuperarán jamás. Noviembre en las cumbres también marca la capacidad reproductora y la estabilidad poblacional en las piaras de machos monteses, rebecos y sarrios. Un viejo ejemplar bien comido «salta el invierno» igual que salta un risco y eso, como todo, conlleva que la comida abunde gracias al agua y la temperatura, y que se transforme en reservas. Y también los cazadores veteranos, viejos observadores, se dan cuenta de que en el norte de Europa se les está adelantando el invierno. ¿Que qué significa eso? En una sola palabra: zorzales. Pinto, real, alirrojo y demás primos ya están llegando, si no lo han hecho ya. Cuando los fríos y el agua asolan Europa los gustosos pajarillos «ponen pico al sur» y aquí somos felices. Por eso, hemos colocado un gran artículo de zorzales en este mes de noviembre, para que se entretengan mientras esperan a que los pájaros hagan paso y fijen querencias. Les deseamos que disfruten de este artículo y del resto de los de nuestros colaboradores habituales. Lean y tengan un excelente noviembre «cacero». Seguir leyendo
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